Beatriz Rico: «Nunca fui una mujer objeto»
La actriz asturiana Beatriz Rico lleva a Langreo 'Mejor viuda que mal casada. 'El texto fue escrito por ella misma, a sugerencia de su colega Gabino Diego, «que para mí es como un hermano»
31.05.13 - 00:12 -
Recién terminado el bachillerato, un buen día, Beatriz Rico(Avilés, 1970) cogió su maleta y se fue a estudiar a Madrid, en este caso Arte Dramático. Se le abrieron las puertas televisivas de 'El precio justo', que dirigía el gran Joaquín Prat, y desde entonces ha ido cimentando su carrera de actriz, que mañana sábado tomará forma en el Nuevo Teatro de La Felguera (Langreo) mediante la obra 'Mejor viuda que mal casada', una comedia escrita por ella misma que viene triunfando por toda España.
-Se trata de un monólogo. ¿Da miedo la soledad del escenario?
-Es un reto importantísimo, que te deja a solas con tu propia responsabilidad. Durante la media hora previa, me sube hasta la fiebre. Pero, tres minutos después de entrar en el escenario, se me pasa todo.
-Cuenta la historia de un chica fea que aspiraba a ser artista. Tendrá que disfrazarse mucho...
-Bueno (ríe), la protagonista, Patty, está operada y ya explica que lo que el público ve no es el fruto de ninguna pasión..., sino de muchas horas de quirófano. Es un espectáculo en el que interpreto a más de cuarenta personajes, canto, bailo e incluso tengo dos piezas de cabaret.
-También se sabe que habla mucho con el público...
-La obra surgió cuando estaba trabajando con Gabino Diego, que es como un hermano. Yo le contaba cosas que me habían pasado en la vida y que le hacían partirse de risa. Me animó a que las subiera a un escenario. Y, al final, me atreví. Son como diálogos entre chicas, que cuando estamos solas somos muy deslenguadas.Las espectadoras se sienten entre amigas cómplices... y los espectadores tienen la oportunidad de mirar por el ojo de la cerradura.
-¿Intimidades acerca de la sexualidad femenina?
-Se habla de sexo, pero no todo es sexo. De las cosas que no nos gusta compartir en el baño, del amor y la venganza... De hombres y mujeres, sin ofender a nadie y garantizando dos horas de carcajadas.
-Ha escrito en su blog, que «si no me conoces y vas a decir algo de mí que pudiera herirme, cállate...». ¿La han herido muchas veces?
-En este país, o en el mundo en general, somos muy dados a emitir opiniones sin tener en cuenta la veracidad de las mismas. Yo creo que antes de juzgar al prójimo, tal vez debiéramos examinar los cadáveres que cada cual guarda en su propio armario. Y ahora, además, están las redes sociales, que favorecen el anonimato. Cuando alguien se pone a criticar a otros delante de mí, cambio de conversación.
-¿A qué se debió aquella polémica en la que se le adjudicó la defensa de la mujer-objeto?
-A una periodista con muy mala leche, que me preguntó qué sentía al ser una mujer-objeto. Una tontería supina. Yo trabajaba de azafata muchas horas. O sea, era y soy una mujer-trabajadora.
-Pertenece a la Asociación de Mujeres Artistas contra la Violencia de Género. Vistas las muertes de esta semana, ¿nunca va a cesar este espanto?
-Tuve la suerte de conocer a Cristina del Valle, que preside la asociación. La violencia es algo que repudio totalmente, contra la mujer, los niños o los animales. Y pienso también que valen tanto las vidas de los musulmanes inocentes como la de quienes perdieron la suya en el atentado de Boston. El ser humano está perdiendo el poco raciocinio que tenía y nos estamos acostumbrando a la barbarie.
-¿Echa de menos Asturias?
-Cada vez más, aunque el trabajo no me deja ir todo lo que quisiera.
